por Yussel Dardón Después de unos siglos de dominio, Dios del Fuego lanzó con furia su brazo; a su camino, su odio y ardor se hicieron más fuertes y comenzó a arder el planeta. Cronos no tardó en imponerle un castigo. El odio del fuego fue encerrado en cajas y su calor sólo podía sentirse por algunos minutos y era esparcido por pequeños espectros de energía. Debido a que su ardor era tan fuerte, Cronos decidió repartir los millones de estas cajas en cada hogar, para que el Fuego no se uniera y no comenzara a arder la tierra nuevamente. |
lunes, agosto 22, 2005
El microondas
Publicado por
Café a cucharadas
en
11:36 p.m.
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