lunes, septiembre 25, 2006

La otra mitad

Por: Ma. Andrea Valeria Ramírez Aguirre.

Un día Dios, el creador de las almas morenas, escucho el alboroto dentro de un Coco aún prendido de una rama de una palmera que se balanceaba al ritmo de la sonata del mar Caribe.
Escucho música, risas, y sones hipnóticamente intensos en alegría.
Dentro de él vivía una fiesta llena de ron y música, la piel de todos eran morenas y sus risas color coral.
No había ni una lágrima solo felicidad, no existía el desamor, solo había pasión. Las mujeres vestían pareos de colores vivos; naranja sol, amarillo azafrán, morado orquídea, verde manzana, y azabache corazón. Sus cabellos rizados caían más allá de los hombros, seducidos por el viento y rociados de sudor. Parecían reencarnar en instantes en serpientes de vivos rojos amapola.
Los hombres se vestían sólo con pantalones de manta de blanca como lienzo de pintor dándole luz a su creación.
Y bailaban y danzaban con el mar y el calor, y a la vez crean lazos con la tierra y la corteza del cocal.
Atrás las percusiones sonaban, claves y gargantas femeninas. De par en par las miradas se encontraban y las bocas se buscaban, para confiar secretos o matar y revivir deseos en forma de beso, una y otra y otra vez más.
La noche comenzaba a caer y la fiesta no moría, tan sólo se llenaba de fuego de colores, que ululantes parecían también llenarse de son. Y Dios contagiado del alboroto decidió abrir el coco, con un solo dedo la cáscara color chocolate se partió en dos dejando que la música se esfumara y buscara hogar en cada rincón del planeta.
Y la fiesta se expandió pero algunos tristemente fueron separados y ahora buscan su otra mitad, pero siempre entre cantos y fiesta, entre colores vivos y besos furtivos de amor. Y bajo la mirada de Dios, el creador de almas morenas.

3 comentarios:

Lalá dijo...

Es extrañamente excitante y reflejante ver tu nombre y tus letras.

Anónimo dijo...

El pensar que hubo un tiempo donde sólo existió la felicidad se me hace sumamente atroz y
"siniestro", en el sentido freudiano.

Carissa García dijo...

Es un espacio excelente, creo que las minificciones o mini relatos están floreciendo, pero faltan espacios fijos y su blog me dice que es uno de ellos. Ojalá y lo continúen.